martes, 6 de mayo de 2014

TODOS LOS 8 DEFIENDO MI CHOCHO... 8 DE MAYO: LA MUJER TRABAJADORA


Otro 8 más tomamos las calles… porque “todos los 8 defiendo mi chocho”.
Y en esta ocasión lo hacemos en el contexto de la precariedad laboral. Estamos en un momento complicado, algún@s lo llaman crisis, nosotras preferimos denominarlo “estafa”. Se destinan unos 220.000 millones de euros de dinero público a la banca mientras se aplican recortes en educación, sanidad, ley de dependencia… y se suprimen subvenciones. Y a todo esto le añadimos una reforma laboral con la que se abarata el despido y se facilitan los motivos para aplicarlo, se da manga ancha a los ERES (aunque la empresa tenga beneficios), se puede rebajar el salario de los empleados por motivos de competitividad…  
Mientras tanto, existen más de 6 millones de parados, un montón de jóvenes que emigran a otros países para buscar trabajo y unas 256.000 familias que subsisten sin ningún tipo de ingresos en nuestro país. Y viendo toda esta situación, apreciamos que las más vulnerables, siempre, somos las mujeres.
Recortan en la Ley de Dependencia… 4 de cada 5 personas que cuidan a sus familiares son mujeres de más de 50 años y amas de casa. Sin cotización, sin salario, sin tiempo para ellas mismas.
Las empleadas domésticas no tienen derecho a paro, pueden recibir parte de su salario en especie (es decir, cama y comida es descontada del salario…), además de tener unos horarios de trabajo extenuantes, sin derecho a horas extra, plus por trabajar por las noches, etc. Aunque la teoría dice que tienen derecho a vacaciones y a día y medio de descanso, la realidad es que la mayoría no se atreven a reclamarlas por miedo a ser despedidas.
Los trabajos feminizados están peor pagados que los realizados por hombres. De media, un hombre en nuestro país cobra un 22% más que una mujer.
Son muchos los casos de mujeres embarazadas a las que despiden de su trabajo, mientras que por otro lado ponen más trabas a la hora de realizar una interrupción voluntaria del embarazo, limitando nuestra libertad de decisión. La hipocresía es máxima: nos obligan a ser madres al mismo tiempo que, si esperas un hijo, te echan de tu trabajo. A muchas de nosotras nos han preguntado en las entrevistas de trabajo si “deseamos ser madres”, “si tenemos pareja”, y por supuesto si dos personas optamos a un puesto de trabajo, una mujer y un hombre, el jefe elegirá al hombre porque “normalmente disponen de más tiempo para dedicar a la empresa” (palabras textuales de un directivo de una multinacional). Las cifras son claras; el 97% de las que piden conciliar son mujeres.

 
Queremos que los cuidados sean revalorizados en nuestra sociedad. Dar cariño, cocinar, cuidar de los demás, es algo imprescindible… y esta labor debe ser desempeñada por hombres y mujeres. Saber cocinar, escuchar a los demás, preocuparse por la nutrición… son cualidades que también deberían aprenderse en la escuela y aparecer en nuestros currículos, porque son necesarios para garantizar la felicidad, ¡y la supervivencia!
Por eso: queremos una REVALORIZACIÓN de LOS CUIDADOS; que estos sean garantizados por el Estado (más ludotecas, escuelas infantiles públicas, guarderías en los centros de trabajo, centros de cuidados a mayores, subvenciones para l@s dependientes/as, que se cuente con ell@s en las labores del día a día…), una efectiva y real posibilidad de conciliación familiar y laboral, aumento de la baja de maternidad para garantizar una buena educación de nuestros pequeños, centros educativos públicos y de calidad (y por tanto, parar los recortes en educación), preocupación de los médicos por nuestra salud… y para que ello sea posible, estos no pueden contar con 3 minutos de consulta para cada paciente, se tiene que contratar más personal sanitario, más material sanitario, en mejores condiciones en los hospitales, un parto respetado…
Queremos condiciones laborales dignas e iguales para todas y todos, queremos que prime lo humano por encima de lo material en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana. 







 

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